En la última clase hicimos una meditación un poco especial. En esta, cuando ya habíamos hecho la parte de relajación, nos pusimos toda la clase en círculo, y poco a poco, de uno en uno fuimos dando nuestra bendición a dos compañeros de clase. Estos los elegías tu, a quien tú quisieses. La bendición consistía en poner tus dos manos sobre su cabeza.
Al principio te entra un poco la risa, o por lo menos a mí me pasó un poco, pero luego ya entras en ese estado relajado y se pasa. Me pareció una meditación muy interesante e innovadora, y me gustaría que en todas las meditaciones hiciésemos algo nuevo, algo que las diferenciase de las demás.
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